martes, 14 de junio de 2016

Otro tratamiento para el cáncer de mama que podría cambiar la práctica clínica

 
 
Trastuzumab es un anticuerpo monoclonal que está diseñado para bloquear de forma específica aspectos concretos de la biología del tumor, mientras que palbociclib es un inhibidor que bloquea el funcionamiento anormal de la quinasa, una proteína que envía señales a las células del cáncer para que se multipliquen.
 
Ambos medicamentos corresponden a la denominada terapia dirigida, uno de los avances contra el cáncer de los últimos años, un ataque selectivo contra una diana tumoral frente al indiscriminado ataque de la quimioterapia que daña tanto células malignas como sanas. Medicamentos biológicos que no actúan en solitario, sino combinados con el tratamiento estándar.

Ahora el estudio Paloma-2 confirma que las mujeres postmenopáusicas con cánceres de mama avanzado o metastásico HER2 negativo con receptores estrogénicos positivos tratadas con palbociclib, combinado con la terapia hormonal letrozol (inhibidor de la aromatasa que reduce el nivel de estrógeno), mantuvieron controlada la enfermedad durante 24,8 meses frente a los 14, 5 meses del grupo que solo recibió letrozol.
Casi el doble de tiempo frenando la progresión del cáncer, sin recaídas.
 
“Esto es algo que no se había visto hasta ahora”, explica Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), grupo cooperativo que ha participado en este estudio presentado en el reciente congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) celebrado en Chicago.
 
Para el oncólogo, estos datos son “espectaculares” y demuestran que la terapia dirigida palbociclib puede convertirse en el “segundo gran fármaco contra el cáncer de mama después del trastuzumab”.
Un tratamiento “que puede cambiar la práctica clínica” en estos subtipos de cáncer, afirma el también presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
 
El estudio Paloma-2 (fase III), con 650 pacientes a nivel mundial, confirma y mejora los datos del estudio Paloma-1 (fase II) sobre la combinación de palbociclib y letrozol en estos tipos de cáncer de mama en proceso metastásico y que no habían recibido otro tratamiento anterior. Es decir, se convierte en tratamiento de primera línea.

Otros ensayos en marcha

GEICAM tiene en marcha otros dos estudios propios sobre la terapia dirigida palbociclib en combinación con tratamiento hormonal. Se trata de los estudios PEARL y FLIPPER.
El estudio PEARL, en fase III, combina palbociclib con la terapia endocrina exemestano o fulvestrant y lo compara con una quimioterapia oral en pacientes con cáncer de mama metastásico con receptores hormonales positivos y HER2 negativo con resistencia a inhibidores de aromatasa no-esteroideos.
 
Respecto al estudio FLIPPER, el objetivo es el de establecer el grado de beneficio añadido de palbociclib con fulvestrant frente a fulvestrant más placebo como primera línea de tratamiento para pacientes con cáncer de mama metastásico con receptores hormonales positivos y HER2 negativo cuyo tumor es sensible al tratamiento hormonal.
 
fuente:http//www.efesalud.com
                       

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